Descubriendo el Kayak
Una embarcación ligera, de medidas aceptables y «todo terreno» al alcance de todos
Existen unos detalles extraordinariamente interesantes en cualquier territorio que son aquellos que no somos capaces de ver a simple vista, bien sea por el tamaño, por su o nuestra ubicación, o por causas lo suficientemente importantes como lo son nuestras propias condiciones físicas. Son esos detalles que se encuentran a nivel de la superficie del mar, o que quedan ocultos por sus propias condiciones estructurales o de situación. Tales circunstancias son las que justifican suficientemente la creación de este nuevo bloque en el que daremos a conocer múltiples detalles de nuestra costa que pasan inadvertidas para quienes la recorren a pie y para aquellos que, aún recorriéndola navegando, el tipo de embarcación empleado les impide acercarse lo suficiente para poder observarlas con todo detalle.
Lo que vamos a hacer en este bloque es descubrir la costa de Menorca a nivel de Kayak, esa embarcación estrecha y estilizada en que su tripulante se encuentra sentado prácticamente a nivel de la superficie del mar. Quienes navegan con estas prácticas embarcaciones nos llevarán hasta los lugares más recónditos, estrechos, a grutas y cuevas o, incluso, a observar la costa, playas, calas y acantilados que ya conocemos a través de nuevas y diferentes perspectivas.
El Kayaking es un deporte de práctica sencilla. Menorca está ganando fama entre sus practicantes por las características geográficas del litoral de la isla, plagado de calas y cuevas para explorar desde el mar. Existen diferentes escuelas y centros de alquiler de este tipo de embarcaciones repartidos a lo largo del litoral, con monitores expertos que les ofrecerán cursillos prácticos y les acompañarán a realizar interesantes recorridos. Y consecuencia de ello, este nuevo bloque ha sido incorporado para los más intrépidos y para quienes desean conocer la costa y sus encantos vis a vis en esta modalidad, acompañado de un espléndido mundo de imágenes proporcionado por uno de nuestras últimas incorporaciones en el capítulo de Colaboradores: Joan Capó Pons, un entusiasta en la práctica de este deporte.
Hará aproximadamente un par de décadas aparecía en Menorca un tipo de embarcación que ya triunfaba en otras zona de la costa. Se trataba de una embarcación apta para uno o dos tripulantes y es manejada con una pala. Se asemejaba a los antiguos «canots«, que muchas décadas atrás, disputaban regatas en el interior del puerto de Maó, aunque estas últimas incorporaban un mayor número de tripulantes trabajando con remos, a las órdenes de un patrón. Había comenzado a utilizarse como nueva sección del Club Marítimo de Mahón, así como para otro grupo de aficionados también ubicado en el mismo puerto. Aquella experiencia no tardaría en popularizarse fuertemente entre la juventud y el aumento de aficionados supuso una auténtica revolución, a la par que comenzaban a nacer distintos centros de aprendizaje y alquiler a lo largo de la costa.
Quienes practican el «kayakismo» (kayaking, en denominación internacional) han encontrado la horma de su zapato, el medio de sustraerse a las preocupaciones del día a día y gozando de idéntica popularidad, tanto entre los hombres como las mujeres. Además, no cabe duda de que se trata de una modalidad deportiva potente, que desarrolla y fortalece el cuerpo a través del esfuerzo físico que supone palear para poder desplazarse de un punto a otro por las aguas del mar.
Existen diferentes tipos de kayak. Los más sencillos, tal y como sucede en todas las modalidades de desplazamiento por las aguas, son los kayaks «hinchables» de plástico. Se trata de simples embarcaciones de forma alargada y de diferentes apariencias que, como sucede en este tipo de elementos, no se pueden esperar grandes resultados y prestaciones en nuestros objetivos. Eso si, son baratos y capaces de ser transportados en cualquier sitio.
También encontramos los kayaks autovaciables, sencillos y de tipo abierto. Su construcción es plástica rígida, resistente y no se hunden. Permiten libertad de movimientos y en caso de caída al agua, el tripulante puede subir con relativa facilidad. Son kayaks de líneas poco marineras y muy anchos. En este tipo de embarcaciones el tripulante se moja fácilmente, sobre todo en el mar, como es nuestro caso.
Otro tipo es el kayak «cerrado», el ideal para ser empleado en el mar. Son kayaks autovaciables, con lo que no se hunden y su diseño está optimizado para navegar en nuestro medio. Se construyen con materiales composite y el tripulante queda ajustado mediante una membrana elástica que impide que el agua entre en la embarcación.
Se caracterizan por tener su proa y popa ligeramente elevadas, lo que les permite acometer el oleaje con garantías. Serán kayaks largos, capaces de cubrir grandes distancias, con las características adecuadas y dotados de compartimentos estancos que les permiten llevar a bordo unas mínimas provisiones tales como agua, elementos de acampada, botiquín, cartografía, sistemas de comunicación, instrumentos de navegación, etc… Los modelos actuales pueden acomodar uno, dos y hasta tres palistas.
El kayak, al igual que todo elemento de navegación que se preste en el mar, necesita ser revisado, de forma que todos los elementos de la embarcación se mantengan en perfecto estado: tornillería, accesorios, los sellados de neopreno, hebillas, cintas, mamparos, etc. todo, necesita estar controlado antes de aventurarnos en el medio marino.
También y después de cada travesía, es conveniente pasarlo generosamente de agua dulce y asegurando un buen secado posterior, sobre todo de las partes metálicas. Es importante eliminar los restos de arena. También conviene proteger nuestra embarcación de los rayos solares para impedir que se decoloren y evitar el material se vuelva quebradizo. Todo ello son aspectos a tener en cuenta. Existen protectores de plástico con filtro UV que pueden aplicarse sobre otros materiales como el nylon, vinilo, látex o neopreno. Y hay quien recomienda hacerlo igualmente a nuestra embarcación, al menos un par de veces al año.
Hay quien utiliza accesorios construidos por uno mismo: en las imágenes se puede observar la construcción de una doble pala. Aunque eso ya es trabajo de «manitas».
