Además del frente amurallado que protege la fortaleza por su cara de poniente, esto es, la zona de Els Freus, en el interior del vasto recinto que ocupa casi la totalidad de la superficie de la península se ubican un buen número de edificios, así como diversas baterías ya desmontadas, aunque permaneciendo a la vista la obra civil de las mismas y algunos elementos propios de artillería colocados en diferentes puntos como muestra significativa de lo que fue este emplazamiento estratégico en sus tiempos para el visitante. Punto aparte merecen las dos piezas del 38.1 a las que se dedicará un capítulo específico.
Recorrido de la Fortaleza (2)
PLANO DE LOS EMPLAZAMIENTOS DE LAS BATERÍAS Y PRINCIPALES EDIFICACIONES
La Penitenciaría antigua empleada antes de la Guerra Civil española, la que se adaptó posteriormente (Antigua y Moderna, respectivamente), diversos cuarteles, polvorines, ´las torres de defensa obra, en este caso, de los británicos, la antigua atalaya de la Armada donde se ubicó la vigía, que sería demolida para ubicar los 38.1 y levantar un edificio de nueva planta más retirado de la zona, etc. en su mayor parte, se muestran en esta segunda entrega de lo que puede contemplarse durante el recorrido de la fortaleza.

LOS CUARTELES BAJOS
Lo forman un grupo de edificios que albergaron el cuartel de los soldados de Artillería, los primitivos Talleres de Artillería, pabellón para Oficiales y Suboficiales, etc. Este grupo de construcciones está contemplado en el Plan Director en estudio, para convertirse en el futuro Centro de Actos y Congresos del complejo.

ALGUNAS PIEZAS DE ARTILLERÍA Y OTROS ELEMENTOS EXPUESTOS
Diseminadas en algunos de los edificios del recinto se encuentran diversas piezas de artillería de campaña a la espera de su recuperación y poder ser expuestas museísticamente en otros tantos puntos. El óxido no perdona, acusando el paso del tiempo y, en una isla tan húmeda como lo es Menorca, mucho más.

En el que fuera el edificio del Parque de Artillería (junto al de la Administración que después fuera convertido en la Penitenciaría moderna) y en el Pabellón de Infantería, se encuentran depositadas diversas piezas y efectos de Artillería.



Otras piezas se encuentran montadas en alguno de los puntos en que sirvieron o iguales a los que fueran sus antiguos emplazamientos, adornando el contorno, estando más o menos en «estado de revista», como suele decirse en el Ejército.



Un curioso elemento expuesto lo es un sistema de transporte de tubos de cañón anterior a la llegada de las grandes piezas Vickers-Armstrong: un «trinquival», que se ha visto colocado en un par de puntos diferentes.


Como manifestara en su día el Coronel de Ingenieros don Francisco Fornals, director al propio tiempo del Museo Militar existente en el antiguo cuartel de Cala Corb, de Artillería, en su artículo «Fortaleza de la Mola del puerto de Mahón”,
«La fortaleza al pasar el tiempo, y progresar la artillería, llegó a ser exclusivamente un asentamiento para la artillería, que no solo defendía la entrada del puerto como en principio, sino que con los nuevos materiales artilleros cubría los accesos marítimos de las costas norte y sur, próximas a la entrada del puerto Mahón. Hacia el final de siglo XIX la artillería de retrocarga llegó a la Mola con el material Krupp. Estos cañones se desembarcaron en la Mola, por medio de una grúa para 80 Tds, para su maniobra a tierra desde el barco que los transportaba. Eran materiales de dos calibres, el 30,5 cm y el 26 cm, cuyo transporte desde el muelle a sus asentamientos supuso una tarea técnica de primer orden para las máquinas disponibles a finales del siglo XIX. Se montaron unos rieles sobre unas vigas de madera de gran sección (aún se conservan algunas vigas), arrastradas por una LOCOMOVIL, que subió hasta el Esperó uno de los cañones. Finalmente asentados 2 del 30,5 cm en la batería Reina Victoria, y otras dos piezas del calibre 26 cm, en la batería Reina Regente, a nivel del mar. Nuevos cañones y obuses Ordoñez de 24 cm, se instalaron en baterías de la costa norte, y en la oriental de la Mola, para cubrir las distancias que estos nuevos cañones eran capaces de alcanzar, pudiendo llegar sus proyectiles hasta Favàritx, las del norte, y a la isla del Aire las de la costa oriental. Estos materiales estaban disponibles en el año 1898 cuando en guerra contra los norteamericanos. Se especuló entonces, con la presencia de una escuadra yanqui, en aguas menorquinas, y la entrada nocturna – sin previo aviso – de la escuadra española en el puerto de Mahón, causó pánico en Villacarlos, al confundirla con la americana.»


LA PENITENCIARÍA MODERNA
Además de los poderosos Vickers-Armstrong 38.1, otras construcciones que más fama han dado a la Mola, aunque no tan buena fuera de la isla, lo son las Penitenciarías que allí han existido. Las imágenes siguientes corresponden a la moderna a donde, tras la Guerra Civil, fueron trasladados los presos hasta entonces retenidos en 2 edificios de los llamados Cuarteles Altos. Un edificio ubicado junto a los Pabellones de Infantería y el Parque de Artillería, que hasta entonces había servido como Administración.

La denominada «Moderna» se encuentra en la zona de los Cuarteles Altos


LAS RUINAS DE LA PENITENCIARÍA ANTIGUA
A finales del siglo XIX , sobre mediados de 1873 comenzó a ser utilizada como prisión militar, a donde venían a redimir sus penas soldados que hubieran sido condenados por tribunales militares, carlistas, políticos o pertenecientes a los ejércitos de Cuba. Sobre 1890 irían llegando a la Isla mayores contingentes de «penitos», como eran llamados los corrigendos, siempre acompañados por una pareja de la Guardia Civil o grupo de soldados con un mando. En ocasiones en viajes especiales y, en otras, en los mismos vapores correos Menorca y Puerto Mahón, llegando a reunir en el interior de la Fortaleza un gran contingente de presos.

Estos presos, llegaría un tiempo en que realizarían trabajos extras para reducir sus días de condena, tales como la descarga de carbones para la antigua fábrica de gas, servicios en el Lazareto sucio en la Apestada, incluso en las obras de construcción de la propia fortaleza, en que estuvieron asignados un buen número de los mismos.

La antigua Penitenciaría estuvo ubicada en dos de los edificios que componían los llamados Cuarteles Altos, exactamente los dos situados más a levante. Tras la contienda fue habilitado el edificio que albergaba la antigua Administración para ser reconvertido en la nueva Penitenciaría.


OTRA EDIFICACIÓN SINGULAR: EL POLVORÍN DE LA REINA


El polvorín denominado «de la Reina Isabel» data de la época de los inicios de la construcción de la fortaleza. Ha sido restaurando no hace mucho tiempo, siendo de destacar los pisos y estructuras de madera interiores.



LAS ANTIGUAS TORRES DE DEFENSA U OBSERVACIÓN

Las torres de defensa fueron construidas por los ingleses en su segunda dominación, antes de que se comenzara a levantar la fortaleza, formando parte de la serie que se encuentra en diversos puntos de la costa de Menorca. La denominada Erskine o de la Princesa, resultó semiderruida por acción de un rayo, aunque fuera recuperada nuevamente no hace mucho por el Consorcio. Fue construida en 1799 y recibió el nombre de «Torre Erskine», aunque también sería conocida como Torre dels Freus. Tenía planta baja, intermedia y terraza para pieza giratoria. Su entrada estaba situada a un nivel intermedio y la planta baja era empleada como almacén de pólvora, repuestos y víveres. En la planta intermedia se alojaba la guarnición y desde la terraza se disparaba el cañón, defendiendo el acceso a la torre. A mediados del XIX se varió su estructura interior cuando quedó incluida en el frente de la Princesa. Se superpuso sobre la terraza artillera otra estructura, que al tiempo de reforzar su bóveda, adaptaba su perfil al diseño del ángulo saliente 3 de la fortaleza. En su muro, orientado hacia los Freus, se abrió una cañonera para un cañón. Por causa del rayo se produjo la deflagración del polvorín que albergaba quedando semiderruida.

Por lo que se refiere a la torre de Cala Teulera (o Saint Clair), según la documentación existente fue construida para defender una retirada sobre la Mola, y a la vez, oponerse al fondeadero de los muelles próximos. En su plataforma superior había un cañón de cureña giratoria. Posteriormente se abrió una cañonera a nivel medio. Dispone de 3 plantas.

Existe otra de tipo muy diferente sobre la cantera ubicada entre el Polvorín de la Reina y la Casa de Marina (vigía), parece ser con funciones de observación y vigilancia, dado que desde la misma, al estar construida en una zona muy elevada, se dominaba perfectamente todo el contorno.
¿EL FUTURO? UN GRAN MUSEO MILITAR Y CENTRO MEDIAMBIENTAL, ENTRE OTRAS PERSPECTIVAS

En la península de la Mola concurren una serie de circunstancias que la convierten en especial, de forma que cualquier actuación en la misma en los tiempos actuales tiene que contemplar diversos parámetros de acuerdo con la legislación actual sobre la materia. Su entorno medioambiental a servido para que diversas especies de aves en peligro de extinción, amén de especies vegetales calificadas como «endémicas» deban de ser protegidas. Y es que concurren en este espacio una ZEPA (Zona de especial protección de Aves); ANEI (Área natural de especial interés) y, BIC (por las propias construcciones históricas, en este caso, fortificaciones militares). Consecuente a ello, el plan se basa en la integración de los componentes patrimoniales y ambientales en un proyecto a escala territorial. Estos trabajos fueron encargados en julio de 2006 a Tecnalia Labein por parte del Consorcio del Museo Militar de Menorca y Patrimonio Histórico Militar del Puerto de Mahón y Cala de San Esteban.

Como todo conjunto de trabajos que conlleva un Plan Director, se tiene que reunir toda la información histórica posible de la zona en cuestión, revisión del estado actual de las diferentes construcciones que alberga, realizar un estudio sobre el uso futuro y, en consecuencia, ir reconstruyendo o recuperando las mismas para su nuevo uso. Todo ello de acuerdo a las leyes vigentes, valoraciones, dotaciones económicas, etc. En dicho estudio se han llegado a catalogar nada menos que 94 construcciones fechadas entre el final del siglo XIX y el del siglo XX: Estructuras defensivas como el frente amurallado y baterías de costa; Edificios para acuartelamiento de tropas: cuarteles altos y cuarteles bajos; Edificios pertenecientes a diversos servicios: escuela, enfermería, penitenciarías, etc; Instalaciones diversas, como centrales eléctricas, aljibes, polvorines y otros, muchos de ellos en un grado de deterioro muy grave que, según dicho estudio, su recuperación y mantenimiento se podría garantizar con una nueva atribución de uso que por sí justificara la inversión necesaria.

Dentro del marco de actuaciones en lo que serían los espacios con carácter de museo para una visita cultural se encuentran el Frente fortificado, la Penitenciaría moderna y el edificio de Provisiones, el Polvorín de la Reina y la batería de costa Vickers-Armstrong 38.1. Algunas de estas actuaciones ya se están llevando a cabo desde desde la fundación del Consorcio.

Destinar a usos estanciales independientes del circuito de visitas para los llamados Cuarteles Altos y Cuarteles Bajos. Los primeros constituirían el Centro de Educación Medioambiental, mientras que los segundos albergarían un Centro de Actos y Congresos. Otras actuaciones se refieren a los accesos, muelles, etc. así como a la batería Punta Afuera, que se convertiría en centro de interpretación del patrimonio natural y arqueológico submarino y estación biológica, función esta última que ya se encuentra en vigor desde hace unos años. Y por lo que se refiere a la fachada norte, donde prevalece la ANEI, se establecería una franja protegida a todo lo largo del acantilado inaccesible para el público más otra semi restringida pero visitable. Todo ello a desarrollar con el avance del proyecto.

De momento, la relación con el público visitante está funcionando mediante la gestión privada, siendo llevada a cabo por una empresa especializada en estas funciones, produciendo con la concesión al Consorcio unos beneficios destinados a la recuperación del complejo. En el mismo se gestionan las visitas, se alquilan espacios para distintas funciones, se organizan conciertos musicales, representaciones teatrales, equinas, etc. con lo que, poco a poco, se está recuperando la antigua y espectacular Fortaleza de Isabel II.
ACTIVIDADES ENMARCADAS EN EL NUEVO PLAN DE USOS DE LA FORTALEZA





