En nuestras páginas mostramos la costa desde el mar, desde tierra, bajo las aguas, e incluso desde planos altos, como puedan serlo montañas o terrazas de edificios. Pero existe otra dimensión. Una dimensión privilegiada solamente al alcance de esas criaturas que vuelan: las aves. En ella el paisaje cambia completamente, descubriéndose perspectivas realmente increíbles. Esta página muestra casi toda la isla bajo esa hermosa perspectiva.
Faltan el área de Mahón y de Sant Lluís, bajo la protección de zona de vuelo del Aeropuerto de Menorca, zona en la que no es posible ningún tipo de vuelo que no dependa de dicho organismo por razones de seguridad.
Una página de Paramotor Menorca / Xavi Gomila

Hace ya muchas décadas que el hombre, en su afán de experimentar nuevas sensaciones, emular las posibilidades que poseían las aves o simplemente alcanzar cotas hasta entonces inalcanzables para ellos idearon y experimentaron diferentes medios para poder despegarse del suelo, elevarse en el aire y poder volar. Como es lógico hubieron grandes fracasos en el intento, algunos incluso trágicos pero el tesón no decayó. Se fueron experimentando nuevas formas combinadas con nuevos materiales, cada cual más ligeros hasta nacer el equipo de vuelo autónomo denominado PARAPENTE. Con el paso de los años el artilugio iría evolucionando hacia un mayor rendimiento y facilidad en su manejo basándose sobre todo en la ligereza y resistencia de los materiales que lo constituyen. Aquí, en Menorca, comenzaron a verse los primeros lanzados hacer sus evoluciones desde la cumbre de Monte Toro.

Con el paso de los años se quiso mejorar aún más la labor de los pilotos y para ello se comenzaron a crear sistemas aceptables de arranque eléctrico, mientras que en la concepción de su estructura entraron a formar parte materiales más ligeros sin dejar por ello de ser resistentes: la popular fibra de carbono (tan conocida en la náutica en mástiles y otros elementos constructivos de embarcaciones), o el titanio. Así nacía el PARAMOTOR. Nos encontramos a finales de la década de los años 80. Al veterano PARAPENTE se le ha aligerado la estructura al tiempo que adaptado un pequeño motor a la silla del piloto, de forma que el efecto de una hélice pueda proporcionarle el suficiente empuje para poder despegar y ganar altura. Sus motores están concebidos para ser usados específicamente como propulsión auxiliar para ellos, con menor peso, menor complejidad técnica y potencia similar al Solo.

En la actualidad se ha convertido en la aeronave más simple y económica que existe, además de ser absolutamente segura cuando se accede a través de un aprendizaje riguroso dirigido por profesionales con la mayor experiencia. El equipo al completo no pesa más de 32-40 kg, y en su mayoría caben en el interior del maletero de un automóvil normal.

En Menorca existen varios practicantes de este deporte. Un gran apasionado del mismo y, por fortuna, nuevo Colaborador del Atlas es Xavi Gomila, para quien una de sus mayores ambiciones, “un sueño” (como lo define él mismo) era precisamente poder surcar el cielo de la isla que le viera nacer y a la que quería poder observar de una forma diferente. Porque Menorca “es diferente”, no quepa duda. Su costa, sus interiores, su policromía bien merecía que decidiera aprender a volar –su gran pasión- y cumplir ese sueño tan codiciado. En Barcelona recibió su aprendizaje y de allí regresó con su equipo dispuesto a conquistar nuestro cielo.

Xavi se define como un apasionado de la libertad, y que mejor que «volar libre como un pájaro…» «…me gusta ver las cosas desde otra perspectiva y el PARAMOTOR, es la forma perfecta para hacerlo…» Su primera experiencia tuvo como escenario Monte Toro, del que guarda emocionante y grato recuerdo. Desde entonces, la práctica y la experiencia han ido «volando» (nunca mejor dicho) conjuntamente, hasta el punto de que, en la actualidad, lleva a cabo vuelos compartidos en la modalidad biplaza.

Observando la isla de forma tan privilegiada no ha podido resistirse a añadir otra de sus grandes aficiones: la fotografía, pudiendo con ello mostrar a los demás eso que es privilegio de las aves… esa otra Menorca, la isla vista desde otra perspectiva totalmente diferente. Miles de imágenes serán el resultado, algunas de las cuales se ofrecen en esta página. Imágenes realmente espectaculares, dignas de una isla espectacular. Después llegará la videocámara, con la que realizará diversas grabaciones.
Encuentra a Menorca atractiva en todos sus aspectos pero nos atreveríamos a decir que siente una especial predilección por Cala Pregonda, de la que posee innumerables imágenes de todas las perspectivas posibles.
¿Me acompañas..?

Más adelante nacerá MENORCA PARAMOTOR, una empresa con la que ofrece la posibilidad de compartir vuelo bajo ciertas condiciones. “Si no has volado nunca, pero te hace ilusión experimentar algo nuevo, diferente, apasionante, y quieres volar en Menorca, no lo dudes, contacta conmigo”, manifiesta pero… quien puede volar? A partir de 10 años (con autorización paterna) y con un peso entre 35 y 80 kg. Máximo. Se requiere ropa cómoda y calzado deportivo y/o resistente, a ser posible que proteja el tobillo. También gafas de sol y la cámara de fotos o video (algo recomendado).

Es un deporte en el que las mejores horas para volar son al amanecer y al atardecer, cuando el viento es más suave y presenta menos turbulencias. El vuelo suele durar entre 20 y 30 minutos.
MENORCA DESDE EL CIELO
A continuación se ofrece un precioso catálogo de muestra de las panorámicas que se obtienen desde la perspectiva de un paramotor. Se ha dividido a la isla en 4 partes diferenciadas según se detalla en el siguiente mapa:
SECTOR 1CC





























SECTOR 2CC













SECTOR 3CC















IMÁGENES DE LA MENORCA INTERIOR (VIDEOS)
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