Un poco de historia sobre los "llocs" (predios) de Menorca…

Los historiadores han situado los orígenes de los predios (o “llocs”) menorquines en los tiempos de la reconquista balear, cuando los nobles de la Corona de Aragón llegaron a Menorca para liberarla de la dominación musulmana. El Rey decidió otorgarles los terrenos en propiedad por los servicios prestados, aunque poniéndolos como condición que los explotaran y mantuvieran en perfectas condiciones. Tal es el origen de los llamados “senyors”, originalmente nobles y que todavía se sigue para reconocer a los propietarios de los “llocs”. Y como quiera que estos no podían dedicarse a tales labores, nombraban al frente del mismo a un capataz (“l'amo”) quien sería el encargado de llevarlo a cabo. Su esposa era, o es, la “madona” y los empleados o jornaleros, “missatges”.


Sobre este tema ya fue publicado en 2003 el libro “Las Razas autóctonas de Menorca”, de este mismo autor. En esta página tan solo se ofrecen unas líneas para situarse en el tiempo.

En cualquier “lloc” existen las casas del mismo donde habitan tanto los “senyors” y los “pagesos”, es decir, “l'amo” y “madona”, e incluso en algunos los “missatges”. Es, sin embargo, una situación que lamentablemente se va abandonando día a día, al abandonar el campo las nuevas generaciones llamados por otros oficios menos sacrificados en la ciudad. Algunos “llocs” fueron construidos con algunos detalles que los caracterizaban como “fortaleza” con su torre de defensa contra las incursiones berberiscas mientras otros eran, más bien, auténticos palacetes.


Estos edificios, conocidos generalmente como “casats” tenían, además de las habitaciones y cocina convencionales, su propio horno para cocer el pan, algunos disponían de su “capilla”, un “soportal” donde celebrarse generalmente las llamadas “vetlades”, donde se comentaban los hechos del día al acabar la jornada, etc.

Aquí, simplemente iremos publicando algunas imágenes de tales construcciones, que han dado la peculiaridad que tiene Menorca. Uno de los valores más entrañables de Menorca es, sin lugar a dudas, su paisaje, muchas de qué perspectivas solo se encuentran al alcance de los casados de los lugares que lo conforma. Aquí presentamos unas cuántas:
Conociendo el mundo ganadero en Menorca




Una raza local del mundo vacuno se refiere a la reconocida Vaca de raza Menorquina, que desde hace ya bastantes años y poco a poco. ha ido poblando nuevamente el campo menorquín. Una especie especialmente adaptada a las características locales que le garantizan su supervivencia. También existe una mayor cabaña de raza frisona, la cual es mejor para la producción de leche para elaborar el queso. Otras razas están destinadas a la carne y, aunque en menor cantidad encontramos ganado lanar y cabrío.







Su recuperación fue debida a la intensa labor del veterinario mahonés Gabriel Seguí Mercadal quien después de una meticulosa dedicación conseguía devolver a este simpático vacuno al paisaje menorquín. De todas formas, la cabaña de raza Frisona es superior en número de cabezas a la Menorquina.

Y, qué hacían nuestros antepasados en la cocina…?

El Museo de Menorca, junto con la Cooperativa del Camp de Menorca organizan desde hace un tiempo diversas actividades muy interesantes. En este caso, aprovechando la celebración de Sant Antoni, tan arraigado en Menorca, nos han mostrado como se hacía su matanza del cerdo, o mejor dicho, sus "porquejades".




Es sabido que su gente del campo produce dentro de sus lugares varios productos calificados como de ‘km 0‘ los cuales están dando a conocer estas dos entidades, de una u otra manera.

Una de sus últimas manifestaciones fue la de recordar lo que antiguamente se conocía como ‘porquejades‘, cual era una reunión de campesinos, de amigos, familiares y demás para hacer su matanza del cerdo para, a continuación, elaborar todos los productos derivados del cerdo: sobrasadas, carn-i-xulla, botifarrons, camot o cuixot, sobrasada blanca, botifarró blanc, etc.

DEGUSTACIÓN DE LOS PRODUCTOS RESULTANTES DE LA MATANZA (PORQUEJADES) Y UN POCO DE LA REPOSTERÍA DEL MUNDO RURAL DE MENORCA

El hecho de que se juntara tanta gente, suponía motivo suficiente para organizar una fiesta, no faltando en según qué casos, el baile y su música, comida y diversión.

En primer lugar mostraron a los asistentes la exposición existente en Museo desde hacía ya unos meses: ‘La cata de Menorca‘, mostrando en primer lugar el contenido de una cocina y una despensa con todos los elementos y productos con los que cocinaban nuestros antepasados y que se usan en su mayor parte en la actualidad. No faltaban tampoco las recetas y demás.


Este acto acabó con una cata de diversos productos obtenidos del cerdo, una tradición de muchísimos años y que, con su modernidad y sus nuevas normativas higiénicas han ido perdiendo presencia en el mundo rural menorquín, aunque no a su cocina menorquina y en fechas muy especiales, como lo pueda ser Sant Antoni, el Patrón de Menorca.
Pero hablemos del conocido queso local Mahón-Menorca
Tirant Nou




Algendaret Nou


So n'Olives (Alaior). Hablando del queso...

Uno de los productos más valorados de Menorca es su particular queso, elaborado a base de leche cruda y de tradición inmemorial por que el origen de su su elaboración es desconocida. Parece ser, que en época talaiòtica ya se preparaba en los núcleos habitados. En la imagen anterior y las siguientes se puede ver el proceso de elaboración en So n'Olives de una pieza o fogassa por el sistema rural más característico que, muy posiblemente, fuera el también empleado por los antiguos pobladores de la Menorca Talaiótica.


Es posible que los primeros quesos fueran muy parecidos a su cuajada o al queso tierno actual, elaborados de forma muy rudimentaria como se muestra a través de las imágenes y sin ser madurados de ninguna forma, una manipulación o procedimiento conocido cómo ‘formatjar‘.

Su leche se hacía cuajar mediante un producto antiguamente animal, posteriormente vegetal y, últimamente químico, que permitirá decantar su cuajada del xerigot, su parte sólida de su líquida. Antiguamente para hacerlo se empleaba un accesorio llamado ‘encella‘.


Su parte sólida se recoge con un parche llamado fogasser y se hace salir su parte líquida con presión de sus manos y, finalmente, con el concurso del llamado ‘lligam‘. El fogasser nos permite dar a las piezas de queso su característica forma.


Posteriormente se colocan las piezas en una prensa (que ha cambiado de aspecto con el paso del tiempo), durante unas cuantas horas. A partir de ahí entra el proceso de salado, ventilado y maduración, en un tiempo estimado hasta conseguir sus diferentes variedades de aspecto: tierno (tendre), semi y viejo (vell).

Esta página presenta una exposición resumida del campo de Menorca, de su mundo rural, incluyendo el sistema de elaboración del queso Mahón-Menorca en diferentes 'llocs' de la isla:Tirant Nou, Algendaret Nou e, intermediando el Museo de Menorca y la Cooperativa del Camp, en el lloc de So n'Olives (Alaior).