Su interesante historia
Este extraordinario e histórico instrumento musical que se encuentra instalado en el coro de la parroquia de Santa María de Maó, ha estado acompañado por los más antiguos del lugar de una típica leyenda. Según ésta, el instrumento viajaba por mar con destino a un país (que no era España), y se encontró en medio de un duro temporal que hacía presagiar un naufragio seguro. Parece ser que el capitán de la nave se encomendó al Altísimo, mediante promesa de que, de sobrevivir a tan duro temporal, regalaría su carga a la iglesia del primer puerto en que pudiera refugiarse. Y, de este modo, llegó a Maó, para ser instalado en su actual ubicación. Por supuesto, nada de todo ésto es cierto. Su presencia en la Parroquia es debido al entusiasmo del rector titular, allá por los años 1795 - 1813, el Rvdo. Dr. don Gabriel Aleñá Estarelles, natural de Bunyola (Mallorca), quien lo encargó a dos maestros organeros de nacionalidad suiza residentes en Barcelona, Johann Kyburz y Francis Otter. El instrumento que hasta entonces existía en la parroquia era muy antiguo y estaba muy deteriorado; de ahí su idea de sustituirlo por otro de nueva factura. El contrato se firmó el 2 de junio de 1806, un contrato que ascendió a 11.200 libras catalanas que el propio párroco pagó mayoritariamente de su bolsillo, junto con donaciones de la Universitat de Maó y otros. En 1809 fueron enviadas sus múltiples y diversas piezas con destino a Maó. En el ínterin había fallecido uno de los maestros, Francis Otter, siendo su socio quien finalizaría su construcción.
Hay que decir, sin embargo, que sí hubo, ciertamente, una parte marítima en su historia y fue el hecho de que, llegado el momento de trasladar el instrumento a Maó, España se encontraba en guerra con Francia, lo que suponía un problema si la embarcación portadora era capturada por la marina francesa. El Dr. Aleñá decidió solicitar ayuda al almirante Collingwood, quien estaba el mando de la escuadra inglesa, a la sazón aliada de España y fondeada en Maó. Por su parte, el maestro Kyburz pudo obtener, a su vez, un pase del general en Jefe de las tropas de ocupación de Barcelona, francesas, por supuesto. El instrumento era de medidas generosas, por lo que se necesitaron cinco llaüts de gran porte (faluchos) para proceder a su traslado hasta el puerto de Sitges de donde, trasbordado a otro buque, cruzaría hasta la isla. Una vez en Sitges, el pinque Virgen del Carmen, al mando de su patrón don Antonio Gelabert, sería el encargado de conducirlo hasta este puerto. El instrumento (teclados, tubos sonoros, registros, etc.) llegaron el 29 de agosto de 1809, teniendo a su cargo la construcción y montaje de la caja exterior que debía contenerlo, el maestro don Pedro A. Femenías, quien declinó la dirección de las mismas al artista local don Sebastián Lladó. La obra civil para acoger el instrumento fue debida al maestro albañil don Juan Pons y la construcción de las esculturas y múltiples adornos que rematan el conjunto al eminente escultor mahonés, don Francesc Miquel Comas. La llegada del instrumento había sido celebrada en la población con un repique general de campanas, siendo inaugurado solemnemente el 30 de septiembre de 1810 pulsado por su primer teclista, el músico menorquín don Jaime Alaquer.
Según se dice, cuando el Dr. Aleñá falleció, lo que ocurrió tan solo tres años después, el 31 de diciembre de 1813, los feligreses se opusieron a que fuese enterrado en el cementerio de la ciudad y quisieron que sus restos reposasen en la iglesia de la que había sido párroco y había protegido durante tantos años. Fue erigido un monumento en su memoria en la capilla del Santísimo, con una lápida capturada a los franceses en 1800, durante la dominación inglesa de la isla, y en la que el escultor Francesc Miquel Comas grabó el epitafio que todavía hoy puede leerse: "Sus muchas virtudes, talentos y méritos y, en especial, su ardiente caridad con los pobres y esmero en el adorno y lucimiento de este santo templo, le hacen muy acreedor a las lágrimas y eterna gratitud de los mahoneses".
Siguiendo con el desarrollo de su historia, tras su solemne inauguración en 1810, los medios e historiadores de la ciudad, siendo como es considerado como uno de los mejores del mundo, han ido contando a lo largo de los años la presencia de soberanos, militares de alta categoria, visitantes esporádicos, etc. que eran invitados a escuchar sus sones, de los cuales muchos de ellos ya habían oído hablar (Eduardo VIII, la reina Alejandra, el príncipe Carlos de Dinamarca,el Duque de Montpensier, el Archiduque Luis Salvador de Austria, el general Prim, la gran duquesa Maria de Rúsia, la duquesa de Orleans, la Reina Isabel II, el Rey don Alfonso XII, el Marqués de Comillas y un largo etc. ).
El órgano dispone de 4 teclados: Principal, Cadereta, Ecos y Pedal. En su versión original era accionado el aire necesario para su funcionamiento mediante 6 fuelles que, en obras de restauración posteriores, serían sustituidos mediante un sistema eléctrico. Dispone de 51 registros para selección entre 3.006 tubos sonoros, 197 de madera y 2.809 metálicos. Todos los sonidos sobresalen por su extraordinaria calidad, aunque algunos autores destaquen la imitación de la voz humana, corno inglés, flauta cónica, trompa real, el oboe, la flauta travesera y el fagot.
Existen publicaciones que ofrecen muchísimos más datos al respecto. Es muy interesante asistir a una de las sesiones en que vienen interviniendo grandes músicos y autores para así gozar de las excelencias de tan histórico como colosal instrumento que, hace más de doscientos años, regaló el Dr. Aleñá al pueblo de Maó.