
The Reynolds Foundation se estableció en Maó en 2001, teniendo como principal objetivo el apoyo y la promoción de los jóvenes artistas, además de albergar en su sede una gran colección de cuadros y mobiliario de época. También lo está siendo colaborar con Joventuts Musicals de Maó en la celebración de sus reconocidos Ciclos de Primavera y Otoño.
sta casa está situada en el número 15 de la calle de Isabel II (antes, San Cristóbal, hasta que cambió el nombre a causa de la visita a la isla de S.M. la reina Isabel II en 1860). Esta es una calle que se caracteriza por poseer la gran mayoría de casas señoriales construidas en Maó durante el siglo XVIII. A su inicio se encuentra la casa parroquial de Santa Maria, después la casa Olivar, la casa n.º 5, de Antonio Febrer y Cardona (reconocido lingüista de la época), la casa n.º 6, de la familia Pons, la casa Albertí, el antiguo Palacio del gobernador inglés (actual sede del Gobierno Militar) y la casa Vidal, en el n.º 21. Algunas de ellas destacan también por presentar decoración pictórica en sus muros y techos. Hay cuatro casas que fueron residencia de hijos ilustres de la ciudad, como el naturalista Joaquim Rodríguez y Femenies, el novelista Màrius Verdaguer, el arquitecto Nicolau Rubió y Tudurí, y el industrial Francesc F. Andreu Femenies. La calle acaba en la plaza Pla des Monestir donde se encuentra la iglesia de Sant Francesc y la actual sede del Museo de Menorca, antiguo Instituto.

Richard Reynolds, un físico nuclear y su compañera, Trish, son sus propietarios y, desde que se establecieron en Maó, siempre han mostrado ser fervientes admiradores de la isla de Menorca. Con esto se empezaba la gran colección que se expone hoy en su casa, sede de la Fundación Reynolds, desde el año 2011. Dentro de esta casa se conservan restos de la antigua muralla construida por Pedro IV en el año 1359 y de la torre que daba acceso a la ciudad, conocida como Portal de Baix (el Pont de Sant Roc). El edificio conserva la elegancia que caracterizó las edificaciones de una burguesía pujante. Su fachada es simétrica y austera, con un balcón con barandilla calada de forja de inspiración francesa como único elemento decorativo. Consta de tres plantas, y es en la primera donde se encuentra la Sala Noble decorada con unas preciosas pinturas murales.


El edificio alberga numerosas obras de arte recogidas por los actuales propietarios. Esta colección se formó mediante pinturas de varias épocas, unas procedentes de anticuarios y mercados de calle y otros de jóvenes artistas. De entre las primeras figuran las de Richard Buckner, Abraham Pether, John Piper o John Leech. Se pueden contemplar unas magníficas fotografías de Vladimir Antoschenkov sobre un San Petersburgo triste y desolado de final de los años ochenta.


Las artes decorativas están representadas por pinturas de los siglos XIX y XX, cerámicas, relojes y una gran diversidad de objetos diversos que conviven con las obras de jóvenes creadores en una solución de continuidad que pone de manifiesto que somos deudores de un pasado que nos hace ser cómo somos. Las veintiocho baldosas de cerámica holandesa de final del siglo XVII son un verdadero tesoro y provienen de la casa que el matrimonio restauró en Warwick (cerca de Birmingham) a mediados de los años setenta.


“El momento clave de un artista llega al vender su primer cuadro” declaró Richard en una entrevista hecha por el Diario Menorca. Por esto encontramos obras de exalumnas de la Royal Academy de Londres y otras escuelas que fueron compradas con el ánimo de animarles en su carrera artística. También destacan las obras de Jane Butcher, Jane Ward, Nicholas Jones, Peter Maltz, Dan Hewlett, Louise Caul y Neil Stokoe, todas ellas de finales de los años noventa y principio del dos mil.



Los Sres. Reynolds también y de una manera silenciosa aportan una extraordinaria tarea en el apoyo a jóvenes artistas y músicos. Y es que, desde el año 2012 concede becas a jóvenes creadores para que puedan realizar sus estudios o desarrollar proyectos al exterior: Pol Marban, Clara Bañón, Biel Moreno, Helena Ferrando, Carme Gomila, Macià Florit, Paula Kurundi, Jordi Cárdenas y la últimamente concedida al escultor Pere Llopart forman la lista de los que han tenido la fortuna de sentirse apoyados y alentados en su vocación. Su pertenencia a distintas disciplinas artísticas (pintura, pintura mural, video, instalaciones, escultura y fotografía) responde, además, a una visión inclusiva de la creación contemporánea digna de elogio. Y es precisamente en una de estas salas, la Sala Noble, donde cada Primavera y Otoño tienen lugar los ciclos de conciertos que la Fundación promueve junto con Joventuts Musicals de Maó para dar a conocer nuevos talentos musicales en la isla. Una sala que pasamos a describir a continuación.



Desde el año 2002 hasta la actualidad tuvo lugar el descubrimientoy recuperación de unas pinturas murales que permanecían ocultas trás un papel pintado en la citada Sala Noble. Las pinturas de los muros se encontraban cubiertas del empapelado decorativo colocado en el siglo XX como consecuencia de las nuevas tendencias de la época. El descubrimiento se produjo al desprenderse parte de este empapelado por la aparición de serios problemas de humedad a las paredes, dejando a cuerpo descubierto una pequeña parte de las pinturas. Al inicio de la intervención el estado de conservación era regular a causa de las filtraciones de humedad, de la pérdida de parte de la capa pictórica que había quedado adherida al papel, que presentaba cierta pulverulencia y descohesión, y de los residuos de la cola empleada para el empapelado que perjudicaron negativamente a la obra dificultando su legibilidad. En primer lugar se actuó en la mitad de la sala, en la que destaca el muro sur donde se encuentra el mural central que nos ocupa.


La pintura principal muestra el Puerto de Maó. En el centro se levanta el castillo de San Felipe representado en su época de esplendor, construido íntegramente tal como estuvo en el siglo XVIII (antes del año 1782). La aparición de edificaciones contiguas ayuda a precisar la fecha de representación, puesto que no se observa ningún indicio ni del fuerte de Santa Anna ni del de la Mola, este último posterior (1849-1875). En la pintura, los muros de la muralla se rematan de almenas y desembocan a la izquierda en unas edificaciones reconocibles: fuerte de la Reina, luneta 14 o Kane, luneta Carolina, luneta Oeste, fuertes Argyll y Amstrüther, lunetas Sudeste y Sur. También aparecen pequeñas casetas de guardia y se observa una trinchera que completa el camino cubierto. A la izquierda aparece Sant Felipet, construcción anterior a la 3.ª dominación inglesa, puesto que en esta fecha era de planta redonda y se confirma de nuevo que la escena tiene que situarse antes de la 3ª dominación. Junto a la cala y ante el Cerro del Turco (donde actualmente se encuentra la Torre d'en Penjat), se entrevé otro edificio militar representativo todavía vigente, el fuerte Marlborough (1712-1726), que fue demolido en 1782 y reconstruido a partir del año 1798, momento en que está representado. La zona inferior nos muestra la parte figurativa, que se compone de un conjunto de soldados que aparecen dispersos en el campo de instrucción con actitud relajada y realizando varias acciones. Las diferencias en los uniformes permiten distinguir entre oficiales y subordinados.




Completan las paredes una decoración arquitectónica formada por una serie de columnas de orden compuesto de las que cuelgan unos cortinajes que enmarcan las diferentes escenas figurativas y florales. Sobre las puertas se repite un mismo grupo figurativo formado por una mujer acogiendo a dos niños. En los tramos laterales aparecen guirnaldas de las que cuelgan cestas con motivos florales, sustentadas por pájaros, y a la parte baja de la composición se levantan jarrones con fauna y motivos vegetales. Los zócalos tienen tondos con una decoración animal de diferente tipología.En el techo se representa una batalla morisca flanqueada por una inscripción tipográfica floral-animal: "Rafael Alberti y Febrero fecit" que hace referencia al propietario de la casa y comitente de la pintura.

La exclusividad de este descubrimiento radica en su carácter de gran formato y en la conservación completa de la escena, no habitual en los otros edificios existentes. Pero por motivo del empapelado, se había producido un deterioro de las mismas, que los propietarios quisieron restaurar en su aspecto original. En un principio, esta restauración se centró en la recuperación de la pared sur, que se encontraba en mejor estado de conservación pero, a medida que fueron avanzando los trabajos, se decidió destapar el resto de muros de la Sala para obtener una visión completa y homogénea de las pinturas. De la documentación vista de los trabajos de recuperación se cita que representa el Puerto de Maó. Fecha del Segundo tercio del siglo XIX, posterior a 1837. La técnica empleada fue el Temple de cola (orgánica indeterminada) de simple ejecución, sobre un apoyo a base de mortero de cal y arena.

Esta sala tiene de unas dimensiones de 4,55 x 13,05 x 6 m y la Pintura principal, es de 4,42 x 6,86 m. Tema Veduta con escena militar representada en el Puerto de Maó, muro sur. Al descubrir los indicios de estas pinturas, el matrimonio contactó con profesionales de conservación y restauración que constataron el valor de este descubrimiento. De hecho, se contactó con profesionales de Inglaterra (Tobit Curteis Associates y Rickerby&Shekede) que realizaron un estudio previo detallado y un minucioso proyecto de intervención. La actuación se llevó a cabo en seis fases con un equipo de entre 2-4 personas, según la fase a intervenir. Los análisis de las diferentes muestras de pigmentos fueron realizadas en el laboratorio del Department of Earth Sciences de la University College London, mediante FTIR, llevadas a cabo por L. Shekede con técnica Light microscopy (LM), scanning electron microscopy-*energy dispersive, spectrometry (SEM-*EDX) y Fourier transform infrared spectroscopy (FTIR).





En la actualidad, los señores Reynolds muestran con total satisfacción el edificio recuperado con su contenido de numerosas obras de arte y que se ha convertido en sede de su Fundación y que, con la colaboración de Joventuts Musicals de Maó nos ofrecen los ciclos de conciertos de Primavera y Otoño con jóvenes músicos de la Isla, aprovechando el marco excepcional que nos ofrece su exquisita Sala Noble.